3 plátanos bien maduros y suaves
6 tajadas de queso blanco fresco de 1 cm de grueso
6 tajadas de bocadillo de 1 cm de grueso
2 cucharadas de mantequilla
PREPARACIÓN:
Para que este plátano sea exquisito es muy importante que los plátanos estén bien maduros, suaves al tacto y sin magulladuras.
Pele los plátanos, haga en cada uno una cortada recta a lo largo, bien en el medio y una paralela un poquito más abajo a 1 cm de distancia ligeramente inclinada de manera que converja con la otra y pueda retirar el pedazo pero sin separar completamente los dos segmentos
Con una cucharada de mantequilla engrase bien el fondo de una refractaria.
Disponga a lo largo de cada plátano primero el queso y encima el bocadillo. Coloque los plátanos en la refractaria. Con la cucharada de mantequilla restante, en bolitas del tamaño de una arveja, rocíe los plátanos y lleve al horno precalentado a 400° hasta que hayan dorado por encima y tanto el queso como el bocadillo se hayan derretido.
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